miércoles, 18 de noviembre de 2015

Más allá de cumplir los sueños... Lo que encontré...

Llegamos a este mundo sin manual instructivo, o mas bien con uno perfectamente codificado en nuestro ADN a la espera de su descubrimiento y aprovechamiento. Poco a poco lo hemos ido decodificando; la filosofía, la religión y la ciencia nacieron para quedarse rondando nuestras cabezas. Teníamos que buscar una forma de explicar la vida y nuestra experiencia humana en ella. Unos cuantos humanos se dedicaron a eso, otros se interesaron en maneras de expresar sus emociones a través del arte, otros se interesaron en crear inventos y con ellos mentes analíticas se dispusieron a mejorar la organización económica y social del mundo, desarrollándose así estrategias políticas y militares. Todo eso es obvio y forma parte de nuestra realidad humana. Notamos que gran parte de la humanidad dejó la selva y se volvió "civilizada". Muchos usamos la escritura para expresar nuestras dudas y anhelos, como en éste caso, que escribo esto con el fin de sacar del manual instructivo las herramientas para entender la vida que vivo.

Cuando me doy cuenta de lo que pienso al observar mis pensamientos, separándome de ellos, surge algo majestuoso, pero es complejo de explicar... Hablando desde mi experiencia, los pensamientos que tengo siempre han intentado dirigir mi vida, y lo venían haciendo hasta el día que me pregunté: ¿Cuál será mi próximo pensamiento? momento en que el silencio invadió mi existencia y me mostró que había un observador dentro de mí, un observador que no pensaba, si no que usaba los pensamientos con un fin. Me di cuenta que quería saber más de ese observador en mí, y desde entonces he venido trabajando en ello. Normalmente mis pensamientos me arrastran por un camino espinoso, pero cuando le doy el control a ese observador, puedo notar que mi vida se equilibra. Tal vez sea algo que solo me pasa a mí, o tal vez nos pase a todos...

En ocasiones observo a las personas y noto similitudes en la forma en que viven la vida. Puedo verme reflejada en cada uno de ellos. Veo a quienes viven la vida por vivirla, disfrutan, la pasan bien, van a donde les provoque sin cuestionarse nada, se puede decir que viven felices haciendo lo que les viene en gana; están "dormidas" y su vida pasa sin que le hayan dado un sentido más profundo, tuvieron la oportunidad de crecer interiormente y no lo hicieron. Hay otras personas que viven constantemente preocupadas, angustiadas, se quejan todo el tiempo de la vida y habitan frustradas. Son aquellas personas que todo lo complican, nada parece salirles bien y su actitud no ayuda, aunque a veces usen una máscara para fingir que todo está bien, se sienten miserables y actúan de manera negativa todo el tiempo, la mayor parte del tiempo lo hacen sin darse cuenta, creen que esa es su naturaleza, se creen un corcho en el fondo del mar. También hay un tercer tipo de personas. Son personas proactivas, decididas a dejar una huella en el mundo, a crecer internamente y enseñar a otros. Estas personas pueden seguir dormidas siguiendo sus pensamientos sin cuestionarlos (al menos son de calidad positiva), sin embargo no se han dado cuentas que hay algo superior dentro de sí mismos y que en ese sí mismo habita la clave de todo. Están más cerca de hallar las respuestas al sentido de nuestra vida en la tierra y en algun punto comenzarán a entender que el cuerpo es solo un vehículo. Todos hemos sido ese tipo de personas, al menos una vez en la vida.

Cuando empiezas a meditar (observando tus pensamientos en silencio interior, dándote cuenta que no eres ellos) se te hace cada vez más evidente que el alma pasa varias vidas transitando distintos cuerpos, siempre con el fin de crecer, por lo tanto te das cuenta que tu personalidad es transitoria, pero que tu verdadero SER tiene motivos más grandes de existir. Por eso observo los tipos de personas que me rodean y la verdad es que hay partes de mi personalidad que se sienten identificada con ellas. Vine aquí para notarlo y enfrentarme a ello. Aún hoy en día los pensamientos me arrastran, y sé que solo depende de mi volver a mi centro. Olvidarme de mi consciencia plena es a lo que más miedo le tengo, porque sé que lo he venido haciendo por años (por no decir vidas).

Antes estaba segura de que lo más importante en la vida era seguir mis sueños... Con el tiempo me he dado cuenta que los sueños son anhelos de la personalidad (mente/pensamientos automáticos); al menos la mayor parte de ellos. ¿No te haz dado cuenta que todos tendemos a tener los mismos sueños? A las mujeres (de la sociedad que provengo) se nos inculca que debemos cumplir nuestro sueño de casarnos de blanco, tener hijos, una casa y un perro. Muchas se han logrado salir del patrón (yo por ahora tengo el perro pero no me he casado, y aunque cuento con mi compañero de vida no me quiero casar de blanco como muchos de mis familiares esperan que haga); Ahora las mujeres tenemos otros sueños: viajar, completar X carrera, conseguir X trabajo, vivir en X país. Los sueños son fantásticos, te mantienen en un carril de positivismo y entusiasmo. Podría decir que son necesarios para sentirnos realizados como seres humanos. Por supuesto que nada de esto valdría la pena si no somos felices de corazón primero. Lo curioso es que la mayoría de nosotros creemos que al alcanzar el sueño es que seremos realmente felices (aunque ya ese pensamiento ha venido cambiando). Todo esto me ha hecho creer firmemente que en efecto somos una consciencia colectiva. Veo a otros humanos y empiezo a entender por qué en algunas religiones se dice que todos somos hermanos. Es que realmente lo somos, compartimos los mismos patrones de crecimiento interior expresados en diferentes culturas y contextos personales. Todo esto me resulta interesante y me lleva a querer descubrir más, pero sobre todo a hallar la paz que mi personalidad no me ha dejado obtener al 100% pues me la arrebata con preocupaciones y nuevos sueños que alcanzar.

Meditar unos minutos a la semana, practicar yoga y respiraciones conscientes regularmente, ha tenido un efecto importante en mí, y sospecho que ésto es solo el comienzo (pues aún necesito alcanzar un mayor nivel de constancia). Hay mucha información al respecto, hay seres humanos que han logrado transpasar esta etapa y hay seres de otras dimensiones que nos envían comunicaciones especiales todo el tiempo a través de distintos medios. Vivimos en una época de auge tecnológico en la que se nos dan las condiciones especiales para alcanzar un mayor estado consciencial, depende de nosotros esforzarnos en acceder a éste o quedarnos vida tras vida luchando y muchas veces sufriendo por querer alcanzar nuestros sueños (según la cultura de donde provengamos). Algo me dice que hay algo mucho más grande que eso, algo me dice que el que busca encuentra.

Algo me dice que no nos quedemos solo en meditar, también es necesario el actuar en concordancia al principio universal de la paz, viviendo una vida basada en el amor y el perdón tanto hacia nosotros como hacia quienes nos rodean. La paz interior es lo que realmente necesitamos para elevar nuestra vibración, y así retomar nuestro vuelo cósmico... Es hora de reestablecer el equilibrio cuántico de nuestra esencia y todo el potencial oculto que llevamos en ésta. 

Comencemos desarrollando paciencia. La ciencia de la paz... Sembrémosla por doquiera que pasemos.

Om Shanti

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