lunes, 20 de septiembre de 2010

Buscando Ser lo que Yo Soy

No se cuantas veces me pregunté lo que significaría ser grande, era como un sueño lejano que nunca veía cumplirse... con el tiempo entendí que ser grande implica muchas responsabilidades, siendo la más importante: Cuidar de mi misma...

Siempre vi a mis padres como los Super Héroes que me cuidaban, protegían y daban afecto en cualquier momento que fuera necesario... nunca se me ocurrió pensar en que yo misma era una responsabilidad para ellos, no solo como hija, si no como ser humano... nunca pensé en la molestia que les causaría al desvelarse por mi, alimentarme, educarme, mantenerme sana.... realmente un trabajo de 25 horas al día...

La vida es un riesgo constante, por algo se fundaron las compañías de seguro... pero lo difícil de ella, es que ni siquiera una póliza de seguro te quita el temor interno, el susto, la agonía de sobrellevar el incierto futuro.... y es que la verdadera valentía se encuentra en el corazón de los puros... más allá de lo físico y superficial, está la paz absoluta y suprema del ahora, del tiempo del no-tiempo, del SER....

Yo Soy la Vida y Resurrección de todo los bueno que hay en mi, vine a experimentar la vida en este mundo, pero no sin medidas, mas bien con el alma en escala evolutiva, buscando surgir, aprendiendo de ésta realidad terrenal, buscando la salida, observando más allá de mis propios ojos, no por curiosidad, no por duda, solamente buscando las alturas, es mi única misión, paso a paso, alejando de mi a quienes no contribuyan de manera positiva en este camino, acercando a quienes merezcan estar a mi lado, transmutando los muchos errores cometidos.... buscando una cita con mi Yo Superior, buscando unificarme a él y enfrentar la responsabilidad de mi propio SER...

 Solo por Hoy persistiré en mi meta, ya mañana será otro día... será un nuevo Hoy con los aprendizajes y oportunidades que dejó el ayer.

martes, 14 de septiembre de 2010

Sueños de Realidad Paralela

Allí estaba yo, caminando entre los pasillos del mismo auditorio, con gente que reconocía de otras épocas, un show que iniciaba sin marcha atrás, aplausos iban y venían, gente por doquier... al terminar el evento no pude resistir correr tras uno de los conocidos que se hallaba disfrutando del encuentro, casi íntimo y familiar, se encontraba entre el tumulto de los demás exaltados seres: un hombre de piel blanca, estatura media, cabello ondulado y canoso, tan largo que casi le llegaba a la cintura; se podría decir que su edad no sobrepasaba los 50, contextura media, usaba jeans y una camisa blanca, inspiraba paz y sobre todo amor, realmente lo conocía desde hace tanto tiempo, por lo menos así parecía serlo en ese instante. Lo abracé con ternura y él recibió mi abrazo, conversamos unos minutos y agradecí su presencia, me recordó que siempre estaríamos conectados, y nuevamente sentí paz, armonía... nos despedimos con cariño y regrese a las afueras del auditorio, varios hombres de túnicas verdes recorrían los pasillos, eran hombres de bien, insistían en estar allí por haber sentido una presencia importante y uno de ellos me acompañó al patio trasero, una mini-redoma decoraba el lugar, era de estilo antiguo pero impactante, tenía agua a su alrededor, parecía una fuente de piedra, en ese instante hice consciencia de mi misma y sentí mi cuerpo físico en la cama de mi habitación, sin embargo me hallaba en otro sitio, muy lejano, de repente ví aparecer la silueta de dos niños (uno de 6 y otro de 10 añitos aproximadamente). Al principio me puse un poco nerviosa, pero al verlos, de inmediato los reconocí, eran mis pequeñines, piel blanca, ojos claros, cabellos rubios; no dude ni un minuto en decirles cuanto los amaba, el amor que sentía por ellos era algo que nunca había sentido, pero ahí estaba yo en medio de un sueño que no parecía sueño, en medio de otra vida, pero en medio de mi misma.
Decidí tomar una planta del arroyo que estaba delante de mi, comprobar que si era un sueño no percibiría el olor, sin embargo fue el olor mas profundo y duradero que jamás haya percibido. Observé nuevamente a mis hijos, o por lo menos a quienes lo eran en esa escena, y sentí tanto amor que me quedé sin palabras, sin pensamiento alguno, fue mágico. Unos instantes después pasó delante de mi una noticia: mi esposo había acabado con mi existencia y tuve que dejar a mis dos pequeñines, aunque a pesar de la nostalgia que eso me producía, también logré  aceptarlo con calma y les sonreí nuevamente sin dejar de decirles cuanto los amaba, cuanto los amo!
En unos cuantos segundos y como si fuera en cámara lenta hacia atrás, regresé a mi cuerpo, que yacía en la cómoda cama de mi habitación. No estaba exaltada, no tenía miedo, solo sentía bienestar y algo de asombro. No pude evitar escribir estas letras, no quiero olvidar la sensación que tuve, no quiero olvidar que ellos existen, aunque probablemente siempre los encontraré... Somos almas unidas por vínculos invisibles al ojo humano, pero tan fuertes y reales que pueden marcarte la vida por siempre.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Sueños de día domingo


El día domingo agonizando siempre muere, mientras el lunes entra en acción para recordarme a un escritor que no conozco, pero que me hace pensar en esa estúpida relación que tenemos con los días de la semana... Justamente hoy los ojos no quieren cerrarse, es que la mente sabe lo que le espera: una misma mesa, una misma silla, una misma guía, una misma situación... o será que acaso olvido el constante movimiento de los átomos? gracias a ese movimiento mañana no seré la misma persona que ahora, tú tampoco serás el mismo que leyó estas letras, ni la pantalla será la misma que reflejó mis pensamientos... o será que estoy olvidando que la realidad es un engaño ilusorio?
Pronto iniciaré mi ciclo de sueños, algunos tan lúcidos que podría jurar lo reales que son... algunos tan vagos que podría reclamarme a mi misma la pérdida de tiempo... algunos tan olvidados que podría jugar que nunca sueño.
El día domingo agonizando siempre muere en el sueño profundo de un próximo viernes, espero que sea tan lúcido como aquellos en los que despierto con ganas de trasladarme a ese plano onírico casi perfecto...

domingo, 5 de septiembre de 2010

No nos queda más...


Si la noche se viste de aceituna y el pequeño saltamontes no entiende de ironías...
Si la tierra se oscurece y las tormentas cobran con creces, entonces no nos queda  más...
Si escribo sin saber a donde voy a parar y mis labios se enmudecen...
Si mi cuerpo se estira y mis palabras se esconden...
Si mi corazón se precipita y mis lágrimas se secan...

Si mis nubes crecen y mis vientos enloquecen, entonces no nos queda más...
Si los relámpagos resplandecen y el futuro decidiese...
Si las estrellas estuviesen y la presencia de algo hacia atrás...
Si el tiempo no fuera tiempo y los deberes no se cumpliesen...
Si las historias no se escribiesen y los pétalos no se abriesen...
Si el día se aparece y ni siquiera se sabe marchar...

Si  las fresas alegran y el champagne celebra, entonces no nos queda más...