sábado, 30 de agosto de 2014

Gnosis, pensamientos e instantes


No sé quién soy aunque si sé lo que pretendo ser...
Estoy en un país lejano al mío, donde pretendía encontrar hadas...
Donde las hadas se presentaron en forma de retos y arco iris dobles...
Estoy sola tomando té y explorando mis pensamientos...
Tengo tantos pensamientos como estrellas tiene el firmamento...
Y a veces me pregunto si realmente soy eso que pienso...
Porque cuando pienso me pierdo del instante presente...
Me olvido de mi misma y muero por unos minutos, a veces horas...
Muero porque ya no estoy acá cuando pienso...
Los pensamientos vienen y van sin pedir permiso...
A veces ni recuerdas que fue lo último que pensaste...
Otras veces andamos en piloto automático olvidando nuestra presencia...
Cuantas veces no tomamos un baño sin la conciencia del momento...
Actuamos en base a ellos y nuestra vida gira en torno a ellos...
Estamos tan conectados con nuestros pensamientos que creemos ser ellos...
¿Y por qué no? ¿Si es lo único que nos acompaña día y noche verdad?
Es cierto... pero por alguna razón son motivo de nuestro sufrimiento...

Los gnósticos dicen que debemos eliminar los valores agregados que se manifiestan como pensamientos (afectándonos generalmente de forma negativa). No sé si sea posible pero lo estoy intentando, y cada vez me doy más cuenta que estos pensamientos me quieren dominar la vida a través del miedo y muchos más aspectos negativos del Yo/Ego que todos compartimos. Así que el objetivo es usarlos solo cuando sea necesario y preferiblemente cuando los haya logrado educar para que trabajen a mi servicio. Por lo cual tengo que estar alineada con mi propósito divino o misión de vida. ¿Nada fácil verdad?

Cuando los puedo observar me doy cuenta que hay algo más en mí que puede detallarlos sin involucrarse. Los gnósticos y budistas consideran que ésta es la verdadera escencia de nuestro ser. Presencia pura. Los pensamientos son solo creaciones, que en nuestro caso humano han sido utilizados de una manera predominantemente negativa.

Muchos creen que el ego está relacionado solamente al orgullo o a la vanidad. En realidad el ego es un conjunto de valores agregados como miedo, celos, inseguridad, rabia, frustración etc. Es decir, todo aquello que nos hace sufrir en secreto tratando de proteger nuestro Yo (a veces tan dormido que ni le reconocemos). Un Yo creado o hasta idealizado por la mente. Un Yo que no es real porque está basado en conceptos mentales. Un Yo que nos hace sufrir por creer que no refleja lo que la sociedad sugiere aunque nosotros mismos le hayamos dado la validez para hacernos daño. Un Yo que muere cuando el cuerpo muere, llevándose consigo la personalidad y dando lugar a una nueva composición de valores agregados en otro cuerpo. Lo que llaman transmigración, que a mi Yo en particular le da miedo, pues sabe que representa el fin de su existencia. 

Todos somos uno, pero esos valores agregados siguen merodeando hasta que logremos transformarlos en energía limpia. Esa es nuestra misión. Elevarnos por encima de ellos y ayudar con el plan cósmico hasta que logremos despertar y recordar toda la historia que se manifiesta dentro de un instante, dentro del mismo origen, dentro de la mismísima fuente de vida.

PD. Lo arriba expuesto son solo suspiros de la mente. Vale destacar que pueden provenir de algunos de mis egos o valores agregados. Solo espero que se cuele un poquito de la verdad original y sirva para explicar un poco más sobre el misterio de nuestra existencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario