jueves, 18 de febrero de 2016

2 Caras de La Misma Moneda a Cada Instante

Hay momentos de alegrías y tristezas, de entusiasmo y desaliento... Definitivamente disponemos de tanta pesadez como liviandad en cada instante de nuestras vidas... La montaña rusa de la vida nunca para... El manejo de las emociones representa uno de los mayores desafíos en nuestra existencia humana, sumado a los miles de pensamientos que nos dirigen en todo momento, casi sin haberlos elegido conscientemente.

¿Acaso somos como máquinas programadas a tener X cantidad de pensamientos sin posibilidad de hacernos dueños conscientes de lo que elegimos traer a nuestra mente cada segundo de nuestras vidas? 


Si lo analizamos bien, una marea de pensamientos nos acompaña día y noche; la mayoría de estos pensamientos son liderados por el miedo, la preocupación, la ira, la autocrítica, y tan solo en ocasiones nos traen esperanza o paz. Muchas veces experienciamos momentos sublimes, momentos que podríamos catalogar como especiales/mágicos, sin embargo no puedo evitar preguntarme:

¿Qué hace que aparentemente sean tan efímeros? ¿Por qué nos empeñamos en la preocupación de lo que pasará en el futuro o de lo que pudo pasar en el pasado? ¿Por qué le damos tanta importancia a nuestra historia personal y al concepto que tenemos de nosotros mismos basados en nuestro ego o en el qué dirán, bien sea real o imaginario? ¿Por qué nos olvidamos del instante presente tan a menudo; o lo vivimos sin la consciencia despierta del existir sin dejarnos llevar por pensamientos incontrolables? ¿Hasta cuando dejaremos de ser esclavos de lo que pensamos sin completa voluntad propia? Es verdad que a veces seleccionamos algunos pensamientos del día con mucho cuidado, pero ¿cuantas veces dejamos que la mente tome control por sí misma y ejecute acciones en automático casi olvidando que nuestro ser interior es el conductor del carro (llamado cuerpo físico/mental)? Entiendo que hay factores externos innegables (situaciones político/económicas por ejemplo) que afectan nuestro estado de ánimo emocional, pero cabe destacar que aún cuando no experimentamos esos 'problemas' tan impactantes, siempre buscamos la forma de arruinar nuestra paz interior. Por eso me pregunto nuevamente:

¿Cuándo cedimos tanto el control de nuestra propia felicidad a un piloto automático que parece estar configurado por 'default'?


Parece mentira, pero todos elegimos la historia que queremos contarnos sobre nuestras propias vidas (influenciados por el entorno familiar/social que nos rodea desde chicos) y en un estado semi-automático. Cada situación parece tener dos caras, y somos nosotros quienes elegimos una o la otra como nuestra Verdad. Sin embargo en realidad la Verdad empieza a parecer relativa; al menos cuando nos referimos a la Verdad mental humana ¿no es así?

Desde niños nos insitan a sobresalir, a ser mejor que los demás, a elegir entre lo bueno y lo malo, a calificar todo con una etiqueta que defina las caras de las moneda de una situación en particular. Pero qué casualidad que nuestra sociedad se ha empeñado en hacernos etiquetar las cosas de una manera que nos hace predominantemente infelices (identificándonos con un sentido de inferioridad o superioridad; ambas dolorosas formas de hacernos ver lo separados que estamos de nuestros hermanos humanos; y a su vez lo dependientes que estamos de ciertas cosas/personas en el mundo para econtrar contradictoriamente la felicidad) Se podría decir que vivimos en un mundo loco o más bien 'de locos' incluyéndome.

Una vez más me encuentro analizando y desahogando la marea de pensamientos que abruman mi existencia en este instante; espero que al menos sirvan para sacar conclusiones que nos hagan felices (a mí y a cualquiera que lea este escrito) o al menos para ser conscientes de lo que elegimos (felicidad o tristeza) y asumirlo a cada instante sin olvidarnos de lo que somos más allá de nuestros pensamientos.



Todos tenemos derecho (libre albedrío) a sentirnos 'bien' o 'mal' en cada instante de nuestras vidas; y esto no tiene que definir nuestro status emocional/motivacional general de la vida; simplemente significa que podemos elegir más allá de las programaciones mentales del piloto automático; podemos elegir conscientemente cómo nos queremos sentir hoy y como nos sentimos en general respecto a la vida; en realidad son cosas muy distintas; cómo nos sentimos en el presente tiene varios matices y estados conscienciales que solo nosotros elegimos como 'verdaderos' y que es muy dificil que otros comprendan, puesto que nacen de lo más profundo de nuestro Ser... de ese espacio sagrado que solo nosotros mismos reconocemos en el silencio y que puede expresarse en el lenguaje que le otorguemos; algunos le llaman Arte, otros Literatura, otros tan solo le llamamos Inspiración.

Mi único deseo es que cada instante lo elijamos con consciencia y que a pesar de las lágrimas, reconozcamos que en el fondo nada es tan grave como parece (es una ilusión mental pasajera), puesto que solo lloramos o reímos antes las caras de una misma moneda llamada VIDA HUMANA. El día de mañana tan solo serán una Experiencia más en el camino de Autodescubrimiento y Crecimiento Personal que todos vivimos.

Ahora mismo solo elijo creer que (a pesar de to lo que parece ser 'bueno' o 'malo' en nuestras vidas), realmente nos encontramos fundidos en el mismo mar de consciencia superior que juega a Ser Humano con potencial limitado.

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