lunes, 7 de febrero de 2011

Un juego tomado demasiado en serio...


Como en un juego de adultos, caminamos rumbo a nuestro destino como esclavos modernos del sistema, haciendo "real" el papel de trabajadores, jefes, modelos, actores y demás roles sociales a los que estamos tan acostumbrados... Fingiendo respeto usando la hipocresía... ¿Por qué no ser un poco más reales que eso? Si es que primero nos debemos respeto a nosotros mismos!

Escucho voces ajenas que pretenden agradar, y debo jugar este juego para no dejarme pisotear, a veces me lo creo para no sentirme tan mal, porque la verdadera paz que conozco es cuando respiro calor de hogar, todo lo demás es pura banalidad.

Que difícil es cumplir alegremente un deber creado por la sociedad, mientras podríamos cumplir nuestros sueños sin necesitar compensación monetaria... pero estamos atados a este tipo de función y no podemos hacer mucho más que adaptarnos y disfrutar de la armonía interna que habita en nuestro corazón sin pedir nada a cambio.

Namasté

No hay comentarios:

Publicar un comentario